Quienes me conocen me acusan de siempre estar tratando de aprender sobre nuevos temas. Buscar en las posibilidades más remotas la lógica. Es por esta razón que el reciente anuncio del proyecto Internet para Todos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de México que promete entre otras cosas – según reportado en la prensa – un 75% de cobertura geográfica por una cuota mínima mensual que sería para el mantenimiento de la red me tiene ponderando acerca de su finalidad, necesidad y, sobre todo, justificación.

Consciente que a primera instancia la promesa de brindar un servicio esencial a la totalidad de población de un país siempre será visto con ojos positivos, mi interés no es debatir si se tienen que conectar todos los mexicanos a Internet (que puedan hacerlo teniendo en cuenta edad, salud y estado cognitivo) pues obviamente estoy de acuerdo. Lo que me llama la atención es la posibilidad de que hayan esfuerzos redundantes que de no ser identificados, analizados y potencialmente integrados en un plan unificado de desarrollo resulten en grandes montos de inversión innecesarios. O sea, que el costo oportunidad sea demasiado alto y por ende injustificable.

Luego de escuchar este grandilocuente anuncio acerca de las metas de la planeada empresa estatal de telecomunicaciones de México que surgirá de la infraestructura de la CFE, lo primero que se me vino a la mente fue pensar acerca de la posibilidad de que ya se haya efectuado un estudio de viabilidad que sirviese como pilar para el plan de negocios que justifique el anuncio hecho por el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Un plan que describa las distintas fases de despliegue de infraestructura, los tiempos para completar cada fase, la inversión que requerirá cada una y cómo se planea complementar la cobertura con la oferta de teléfonos, tabletas u otro tipo de dispositivo que sirva para que los mexicanos puedan efectivamente conectarse a Internet. En resumen, un documento estratégico que describa objetivos a ser alcanzados en el transcurso del tiempo y los costos operativos de la empresa que supone alcanzarlos.

Asimismo, cuales son las tasas de crecimiento que se espera tenga este nuevo operador pues ya se sabe de antemano que será lo suficientemente agresiva para poder acumular en un corto pedazo de tiempo suficientes personas para pagar los costos de mantenimiento de la red. Esto último dado a que es un emprendimiento de carácter social que no busca tener ganancias pero si ser sostenible, ¿cómo reconciliar este objetivo con la población que vive por debajo del nivel de pobreza, en la precariedad absoluta? Acaso, ¿para cumplir con la meta de conectar a todos los mexicanos la CFE Internet para Todos tendrá un componente enfocado en el desarrollo económico y social de las personas?

Hay que considerar que el propio Banco Mundial afirma que para que se cumple el impacto positivo de las tecnologías de información y comunicaciones (TIC) en el crecimiento del PIB de un país, el mismo tiene que adoptar medidas que permitan a las TIC incrementar la productividad de la economía. Lo que significa que llevar conectividad es el primer paso para mejorar las condiciones de vida de los sectores más pobres, tiene que ser acompañada por una estrategia que vaya desde mejoras a los servicios básicos de una persona, hasta programas de educación sobre como mejor aprovechar las TIC.

Conocer el plan de negocio también permitiría saber cuánto tiempo está pensando el gobierno que se tardará en complementar la fibra óptica de la CFE con otro tipo de infraestructura que le permita ofrecer servicios de acceso al cliente final. En este punto, el plan de negocios especificaría cual sería la tecnología o tecnologías seleccionadas y que otros activos precisaría el nuevo operador para poder cumplir con este mandato. Por ejemplo, si la decisión se inclina por una tecnología inalámbrica para llevar la conectividad al 75% del territorio de México cuál sería el proceso para asignarle espectro radioeléctrico a este nuevo operador y en qué frecuencias. ¿Cuánta inversión en carreteras, electricidad y otros elementos será necesaria para cumplir con las metas de cobertura geográfica? ¿Qué sucede si no hay backhaul por medios de fibra o par de cobre?

Otra pregunta que imagino sería respondida en el plan de negocios es: ¿cómo se inserta CFE Internet para Todos en un ecosistema de telecomunicaciones? Para cumplir con el artículo 6 de la Constitución se había creado México Conectado y para cumplir con el decimosexto transitorio del mismo documento se habilitó la creación de la red compartida que comercializa servicios con la marca Altán. Considerando que ambas entidades se conciben como complementarias a las redes privadas del país para alcanzar 100% de cobertura poblacional, por lo tanto es importante saber bajo que justificación, fuera del nunca deseado capricho presidencial, se concibe CFE Internet para Todos como una necesidad urgente para el gobierno.

También es importante saber si el discurso a favor de este proyecto va a ir acorde con las acciones y los primeros despliegues de infraestructura para complementar la fibra óptica de la CFE se estarán dando en zonas que en su momento no cubría México Conectado (marca ahora fenecida), Altán o los operadores privados de telecomunicaciones del país. Conocer la estrategia de negocios del nuevo operador estatal daría la oportunidad de conocer cuál sería el costo propuesto del acceso a Internet para el usuario final que estará ofreciendo en tres cuartos de la geografía nacional. ¿Cubriría esta tarifa el costo del dispositivo que se le dará al usuario?

Aclarar cuál será la estrategia de dispositivos que será utilizada y como se estarían repartiendo los mismos entre porcentaje de la población que en estos momentos no tiene ningún tipo de cobertura (excluyendo los servicios satelitales) que podría estimarse que fluctúa entre siete a ocho millones de mexicanos. Aun dando un costo irreal de US$ 30 por dispositivo, para que siete millones de personas tengan teléfono sería una inversión mínima de US$ 210 millones. En este sentido, es necesario ver como en los primeros cinco años el nuevo operador justifica una inversión superior a los mil millones de dólares repartidos en costos de infraestructura, dispositivos y costos de despliegue. ¿Acaso para aminorar costos se buscará armonizar las reglas existentes para la aprobación de edificación de infraestructura a nivel municipal?

Realmente estoy muy interesando en leer la justificación financiera de un proyecto que por ahora huele a ser engendro de ser la única iniciativa de telecomunicaciones que no fue concebida bajo una administración anterior. Claro que la difusión pública plan de negocios de la CFE Internet para Todos junto a los resultados del estudio de viabilidad para este proyecto serán elementos suficientes para fomentar un debate constructivo y positivo sobre cómo incrementar los beneficios que tan grande inversión ofrecerá a todos los mexicanos. Sobre todo, porque de ser exitosa, sería referente mundial.

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