La Organización de las Naciones Unidas para la Educación y Diversificación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) define el termino industria cultural como aquella que combina “la creación, la producción y la comercialización de contenidos creativos que sean intangibles y de naturaleza cultural.” En otras palabras, es un término bastante amplio que se utiliza para denominar contenidos que pueden ser difundidos por medio de distintos canales, incluyendo los digitales.

Esta característica hace que la masificación de las tecnologías de información y comunicaciones (TIC) tenga un fuerte impacto en la evolución de la industria cultural tanto en su difusión y aspectos económicos como en el debate que surge relacionado a propiedad intelectual.

Otro aspecto en el que el impacto de las TIC no puede ser obviado es el mensaje de los nuevos contenidos y su poco apego a realidades locales. La creciente homogeneización de contenidos auspiciado por empresas de alcance global o regional ha llamado la atención de distintos centros académicos alrededor del mundo. Este interés se ha traducido en cursos, especializaciones y títulos de posgrado enfocados en distintos aspectos de la industria cultural. Por ejemplo, España cuenta con diversas universidades que incluyen en su oferta académica el estudio de distintos aspectos de las industrias culturales.

América Latina presenta una realidad distinta, la oferta aún es bastante limitada ante una demanda que en los próximos años debería incrementarse. Afortunadamente esfuerzos como los que se han dado en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) en Argentina muestran pintan un panorama más positivo para la región.

La UNQ es una de las primeras en América Latina (posiblemente la pionera) en ofrecer una “Maestría en industrias Culturales: políticas y gestión” (MIC), que tiene entre sus objetivos “Planificar la intervención de las nuevas tecnologías convergentes de la información y la comunicación en las organizaciones de medios de comunicación e industrias culturales.”

Santiago Merino UNQ

Para conocer más sobre el origen y evolución de este programa, entrevisté al Doctor Santiago Marino, encargado en dirigir este programa. Ávido lector, este egresado de la Universidad de Buenos Aires comparte su visión sobre el impacto de la tecnología en la comunicación y los últimos acontecimientos de política pública en Argentina por varios canales que van desde el académico en su rol de Director del Proyecto de Investigación “El sector audiovisual argentino. Políticas públicas, dinámica del mercado y medios públicos” de la Universidad del Salvador en Argentina hasta redes sociales como Twitter donde comunica su perspectiva desde la cuenta @santiagomarino.

Sin más preámbulos, la entrevista:

¿Cómo surge la “Maestría en Industrias Culturales: políticas y gestión”?

Surge como respuesta a un área de vacancia en la formación posgradual en la región, con la vocación de reunir un cuerpo de investigadores que ha realizado importantes contribuciones en el estudio de las industrias culturales y de los medios de comunicación, así como en el diseño de políticas culturales y mediáticas. La necesidad de capacitar en gestión, administración, dirección y definición de políticas para el sector animó a la Universidad [Nacional de Quilmes] a respaldar esta propuesta y a concretarla.

¿Se consideran uno de los pioneros de América Latina al ofrecer esta maestría?

Entendemos que el desarrollo del posgrado que ofrece la Maestría es efectivamente uno de los pioneros de América Latina, tanto por la especificidad de sus cursos y temas como por el cuerpo de profesores de Argentina y de otros países que completan el plantel, entre los que se destacan Martín Becerra, Guillermo Mastrini, Omar Rincón, Eduardo Bertoni, Charo de Mateo, Martín Sivak, Suzy Santos y Germán Rey, entre otros.

¿Cómo han contribuido al dialogo regional con este programa?

La Maestría lleva adelante –en conjunto con el Programa de Investigación en Industrias Culturales y Espacio Público- una serie de investigaciones vinculadas con equipos de otras universidades de la región (como el Proyecto Capes-Mincyt llevado a cabo con el Equipo de Investigación dirigido por la Profesora Suzy Santos de la Universidad Federal de Rio de Janeiro); a su vez se encuentra en constante diálogo con organizaciones de la Sociedad Civil vinculadas a las temáticas en la Región (como es el caso del colectivo Observacom) y la Relatorías de Libertad de Expresión de la [Organización de Estados Americanos,] OEA, y la [Organización de Naciones Unidas,] ONU.

¿Cómo ha evolucionado la enseñanza de esta materia desde sus inicios. Ha alterado en algo la evolución tecnológica en la manera de enseñar la catedra?

La Maestría ofrece una serie de cursos obligatorios que recorren la estructura de las Industrias Culturales, su relación con el Estado, las dinámicas del Mercado, los marcos regulatorios y las rutinas productivas, además de los procesos de administración y gestión. En ese contexto, los seminarios incluyen las temáticas que la evolución tecnológica trasforma en relevante, como por ejemplo la problemática de la propiedad intelectual y derechos de autor antes el escenario digital, los procesos de monetización de contenidos en la web, los nuevos tipos de procesos de producción, distribución y consumos culturales, entre otros.

Universidad Nacional de Quilmes

¿Puede un estudiante hacer toda la Carrera de forma remota? ¿De no ser posible por qué no lo hacen y si lo están considerando?

La Maestría se cursa de modo presencial, en la sede la Universidad Nacional de Quilmes (Bernal, Buenos Aires). De todos modos se está llevando a cabo la planificación para ofrecerla de modo virtual en la plataforma expandida de la Universidad.

¿La evolución de los contenidos y el arribo de lo que ya se conoce como Web 3,0 impactan el contenido de sus cursos? Como hacen frente a estos cambios? ¿Cómo se mantienen  vigentes?

Los cambios debidos al desarrollo de las TIC y de Internet en particular son contemplados en dos planos: por un lado, cada trimestre se adaptan y cambian los contenidos de los programas de seminarios estables de la MIC, en consenso con los Profesores que ofrecen los cursos. Por otro lado, se contempla la oferta de seminarios electivos que den cuenta de temas vinculados a los procesos dinámicos en materia tecnológica y su vinculación con las Industrias Culturales.

Distintos gobiernos insisten que ante la llegada de proveedores de contenidos globales es necesario establecer medidas que garanticen la producción de contenido local, en el idioma del país y que brinde empleo a desarrolladores de estos contenidos. ¿Cómo se ve esto en el mundo digital?

En efecto, creemos que un aspecto crítico –no es el único, por cierto- de la revolución digital consiste en la tensión entre la necesidad de instrumentar medidas de protección de las culturas locales, de las voces que no encuentran necesariamente representación en las grandes majors globales, y su diálogo con las culturas globales. De este modo, el incentivo a la producción de contenidos locales, nacionales, independientes resulta de interés para las políticas culturales toda vez que interpelan necesidades y realidades que no siempre encuentran representación en los contenidos producidos y difundidos por los principales operadores de las redes digitales.

¿Qué se siente ser parte de un grupo pionero en este tipo de cátedra en América Latina?

Este aspecto nos insta a desarrollar nuestro trabajo con responsabilidad y a cumplir el objetivo de formar investigadores y gestores de políticas en distintos países, para expandir el campo en este tema.

¿Hay algo importante sobre la Maestría que te parece debe ser mencionado y que no se ha cubierto en las preguntas?

La Maestría en “Industrias Culturales: políticas y gestión” apunta a formar profesionales de nivel posgradual que posean una perspectiva reflexiva tanto a nivel práctico como teórico, sobre los procesos contemporáneos de transformación económica, tecnológica y social de la comunicación y del conjunto de las industrias culturales. Asimismo, se aspira a promover la reflexión y la investigación sobre las políticas que se ejecutan en el sector. Se espera que el egresado de la Maestría sea capaz de:

  • Intervenir en organizaciones públicas o privadas vinculadas con medios de comunicación e industrias culturales, tengan o no fines de lucro, colaborando con el diseño y la implementación de políticas y estrategias relativas a los procesos productivos de información y comunicación.
  • Analizar lógicas productivas de los medios de comunicación y de las industrias culturales visualizando sus conformaciones para poder diseñar políticas de cambio.
  • Realizar y evaluar trabajos de investigación en el campo de la comunicación social y la evolución de las industrias culturales.
  • Aportar a la construcción de conocimientos sobre la evolución del sector de las industrias culturales.

[Nota de JFO: El concepto de industrias cultural fue mencionado por primera vez por Theodor Adorno y Max Horkheimer en su ensayo «La industria cultural. Iluminismo como mistificación de masas.” Ambos son considerados entre los principales exponentes de la Escuela de Frankfurt.]

Referencias

Las fotos utilizadas son propiedad de la Universidad Nacional de Quilmes, con excepción de la foto de; Dr. Santiago Merino que fue provista por él para esta entrevista.

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