Desde hace varios meses se ha vuelto casi imposible leer noticias de tecnología sin escuchar hablar sobre la neutralidad de redes. El concepto lo vemos en boca de operadores, gobiernos y organizaciones de defensa al consumidor. Lo que casi nunca escuchamos son casos de la vida real sobre como la han definido o como se ha implementado alrededor del mundo.

Es por esta razón que me gustaría narrar como fue que en junio de 2011 los Países Bajos se convirtieron en el segundo país en el mundo después de Chile en aprobar una Ley de Neutralidad de Redes. Como preámbulo es pertinente mencionar que la legislación holandesa es agnóstica a la tecnología ya que impone los mismos requisitos a todos los proveedores de telecomunicaciones, independientemente del tipo de red (alámbrica v inalámbrica). Además, la ley prohíbe el uso de dispositivos de inspección profunda de paquetes (DPI) para rastrear el comportamiento de los clientes, el bloqueo de sitios de Internet, o cualquier tipo de filtrado de tráfico de red.

Grave error de cálculo

Para junio de 2011 el mercado de telecomunicaciones holandés estaba bien desarrollado con alrededor del 80% de sus hogares con una conexión de banda ancha a finales y el 45% de la población contratando servicios de banda ancha móvil. Es bajo este contexto que al principal operador móvil del mercado, KPN, se le ocurre comenzar a cobrar un cargo adicional a aquellos consumidores que utilizaban aplicaciones como Skype o WhatsApp en sus teléfonos móviles.

A los pocos días, Vodafone se une al acercamiento de KPN y comienza a bloquear estos servicios a menos de que los usuarios pagaran un monto adicional. Estas empresas argumentaban que como consecuencia de estas aplicaciones los usuarios ya no consumían servicios de mensajería y perdían dinero. La respuesta de muchos era bastante sencilla, la razón por la que contrataban servicios de Internet móvil.

De todas formas, la movida de KPN y Vodafone tuvo como reacción el rechazo generalizado de los usuarios a un nivel tan fuerte que captó la atención de las autoridades del país que decidieron implementar en un tiempo record de dos meses medidas que impidan que los operadores móviles bloqueen o degraden su velocidad de transmisión para el uso de aplicaciones especiales. O sea, ¡aprobaron la Ley de Neutralidad de Redes!

El ejemplo holandés contradice los argumentos que afirman que la neutralidad en redes móviles no existe o no es importante debido a sus bajas velocidades de transmisión y el enfoque que debe haber una diferenciación de tarifas en los servicios móviles contratados.

La legislación holandesa rechaza el enfoque tradicional de los operadores de telecomunicaciones que buscan la aprobación de un modelo de negocio de niveles que permite la creación de un esquema de precio basado descarga-para el acceso de banda ancha.

El operador nunca pierde

Pero no todo son buenas noticias para los usuarios. Luego de la aprobación de la nueva regulación todos los operadores de redes del país (KPN, T-Mobile y Vodafone) anunciaron que aumentarían sus tarifas para poder recuperar parte de los ingresos de la pérdida causada por la proliferación de P2P aplicaciones que permiten a los consumidores se comunican sin tener que utilizar sus servicios tradicionales de transporte.

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