Hace ya más años de los que debería admitir leí un libro de historia muy interesante titulado “La memoria rota” del ensayista puertorriqueño Arcadio Díaz Quiñones. Es un libro que capitulo tras capitulo resaltaba el poco recuerdo de las masas ante la historia de sus gobiernos. Uno de los principales objetivos del libro era tratar de encontrar respuesta al éxito de políticos mediocres en sus acciones pero con buen verbo al momento de vender espejitos.
Sin embargo, la falta de memoria no se limita a las acciones de esos sacrificados funcionarios públicos que mueven cielo y tierra para averiguar lo que queremos escuchar. En el mundo de las telecomunicaciones la falta de memoria – a veces inocente, a veces mal intencionada – nos hace victimas a falsos absolutos o comparativas erróneas al momento de explicar la realidad.
Por ejemplo, en México existe la insistente manía por parte de diversos actores del mercado de telecomunicaciones a limitar la existencia de los operadores móviles virtuales a cambios regulatorios que facilitan su proliferación en el mercado. No obstante, los datos históricos son bastante claros y la existencia de este modelo de operador en el país data de hace más de una década y no de los tres años que se nos quiere hacer creer. La pregunta obligada es ¿por qué esta manipulación? ¿Quién gana o qué se gana con modificar los hechos?
Entiendo que aleatoriamente cualquier interlocutor puede escoger un antes y después para explicar el crecimiento o rezago de estos operadores y cada cual tiene todo el derecho del mundo de interpretar el desempeño de estos actores desde su prisma particular. Pero de ahí a reescribir la historia hay un largo camino por recorrer que personalmente me hace cuestionar por qué la insistencia de reducir la vida de este modelo en el mercado. ¿Nuevamente, cuál es el objetivo?
Mientras eso sucede en la otrora Tenochtitlán, en Puerto Rico no encontramos con llamados a una digitalización que no llega. Discursos que presentan como tecnología de punta iniciativas que ya en la última década del siglo pasado habían sido catalogadas como mejores prácticas en la búsqueda de establecer una agenda coherente de gobierno electrónico. La memoria insular está totalmente quebrada a tal nivel que no existe el cuestionamiento hacia todo lo remotamente relacionado al uso de las tecnologías de información y comunicaciones (TIC) para impulsar el desarrollo económico local.
Lo que sí parece ser indispensable es vociferar por todos lados que Puerto Rico lidera en telecomunicaciones al resto de América Latina. Vivir de espejitos no es una condición que se limita a los territorios continentales, en el mundo insular también las sombras de realidad son protagonizadas por espejismos. Los gobiernos cambian pero las incumplidas promesas no se modifican.
Si viajamos más al sur encontramos que la corta vida de la memoria también se hace notar de manera recurrente. Por ejemplo, recientemente se escuchaba a expertos afirmar que la fusión del cablero argentino Cablevisión con el incumbente fijo Telecom no sería aprobado en mercados como Chile, Estados Unidos o la Unión Europea. Me quedé perplejo al leer tal barbaridad. Todo se vale cuando la memoria histórica está resquebrajada y los datos pasan a un segundo plano.
Lo preocupante de los absolutos es que asume la uniformidad en el actuar de los protagonistas, algo que no es real en el mundo de la política. Creo que muy pocas personas pueden argüir que en el mercado estadounidense el resultado de una fusión depende no en medida menor a la visión de mercado que impere en la administración de turno. No hubo uniformidad en las decisiones en fusiones o adquisiciones que se dieron bajo las administraciones Clinton, Bush u Obama.
El caso chileno es más sencillo pues simplemente habría que recordar la fusión entre VTR y Metrópolis Intercom que dejó al operador emergente de esta transacción con más del 89% del mercado de televisión paga de ese país. Ya imagino que se van dando cuenta de la importancia de revisar la historia para comprender desde donde provienen muchas justificaciones.
Asimismo quienes juran que en la Unión Europea no sería aprobada una concentración, que apenas tiene un 5% de participación en el segmento de banda ancha como punto de conflicto, deberían leerse la Estrategia Digital de Europa 2020 que busca un solo mercado digital para los 28 (pronto a ser 27) miembros de la Unión Europea. Ese documento presenta de forma explícita el deseo de tener 3 o 4 operadores paneuropeos ofreciendo servicios, traduciendo: se presentan las fusiones como elemento necesario para alcanzar la deseada concentración continental en la oferta de servicios digitales.
Personalmente soy fiel creyente a que cada persona cuente con todos los datos verídicos relacionados a un evento específico para que puedan analizarlos y llegar a su conclusión. Ya luego cada cual puede expresar si lo que sucede es positivo o negativo. Lo canalla es disfrazar el bien personal con un altruismo inexistente que vive y se alimenta del olvido.
Referencia
La imagen es de Pixabay.
Muy buen artículo, como nos tienes acostumbrados. El empeño de sostener que Puerto Rico es un líder en penetracion choca con la política pública de querer prohibir que PREPANet y ninguna otra entidad del gobierno como los municipios puedan competir en telecomunicaciones, información, IPTV, CABLE TV y ningún otro servicio por si o por subsidiarias. Está pendiente firma del gobernador desde el 24 de julio de 2017, pero PREPA tendrá que vender la fibra como pescado abombao.http://www.oslpr.org/2017-2020/%7B25AA2C9A-0539-4F97-B207-AF139D250D62%7D.doc
Walter,
Gracias por compartir el proyecto de ley que mencionas en tu comentario. Para mí gran parte del problema que tiene Puerto Rico es el gran desconocimiento de sus servidores públicos sobre el rol de las tecnologías de información y comunicaciones (TIC) en el desarrollo económico de un país. La consecuencia es la inexistencia de una política pública transversal enfocada en la digitalización de los sectores productivos – no como se intentó hacer con los Smart Grids sin supervisión hace poco – para fomentar el sector de servicios, el incremento en productividad y la transparencia. Es más importante crear una fantasía de que la isla es líder en todo por lo que nada tiene que hacerse. Pero como dice la canción: “todo tiene su final, nada dura para siempre…”
Abrazo, JFO