El mundo de la tecnología es un camino fascinante donde en cada esquina surge una nueva sorpresa, una oportunidad por ser explotada, una posibilidad para crear ese cambio que nos mejore las vidas. También es un camino en el que, aunque no lo queramos admitir, siempre alguien nos lleva de la mano. Esa persona que nos guía por este laberinto digital para decirnos al oído presta atención a esta tecnología porque en tal región de tal país fue adaptada para incrementar la eficiencia y productividad del gobierno.
Uno de esos líderes no tan silentes transita por América Latina y el Caribe indicándole a todos donde llevar la mirada es casualmente un español, catalán con ascendencias vascas y que por cosas del destino encontró en mi viejo San Juan donde vivió uno de sus antepasados. Rafael Junquera, lleva en las venas al cuentista y poeta que vive enamorado del fútbol, pero que va andando digiriendo tecnología para luego explicárnosla de forma sencilla. Y es que este latinoamericano, no por nacimiento, sino por merecimiento, como director editorial de TeleSemana habla constantemente con los principales actores del sector de telecomunicaciones a nivel global.
Indudablemente influenciado por la radio y la televisión. Junquera es una de esas personas que siempre ha buscado la manera de estar en el centro de la noticia, ya sea en medio de una Eurocopa desde Curaçao donde las tonalidades de verde y rojo dejaron una huella imborrable en su vida hasta cruzando los Estados Unidos en auto durante momentos de tragedia. Como ven conozco a Rafael hace un par de décadas, por lo que reconozco a primera mano su obsesión por la tecnología.
Quizás sea esta obsesión la que lo haya llevado a montar capacitaciones alrededor de las Américas para poner su granito de arena en el camino de la innovación. Claro que hablar de digitalización, tele-educación y ciberespacio sin utilizarlo sonaría como discurso vacío, es por eso que anualmente el escritor organiza foros completamente virtuales para llevar a un mayor número de personas el contenido que produce junto a personas como Leticia Pautasio, argentina de sonrisa inocente y mirada jovial que ha sido acusada de hacer preguntas tan punzantes como un puñal.
Sentarme a hablar de telecomunicaciones frente a tanta experiencia podría ser intimidante, yo como soy un afortunado, lo tomo como otra charla más entre amigos. Así, cuando me avisaron sobre la posibilidad de hablar sobre el Internet de las Cosas en uno de sus prestigiosos foros, el “IoT LATAM Forum 2017” respondí afirmativamente sin pensarlo dos veces.
Luego de los saludos protocolarios, comencé mi presentación aclarando que el termino Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés) es genérico. No se refiere a ningún tipo de tecnología en específico, por el contrario es un concepto que agrupa todos aquellos dispositivos que emiten y/o reciben tráfico sin injerencia de un ser humano. Esta característica hace que cuando se hable de Internet de las Cosas lo mismo estemos hablando de servicios que han estado presentes en el mercado hace más de una década como, por ejemplo, el rastreo de flotas vehiculares hasta aquellos que tienen como finalidad controlar la cantidad de energía que consume un hogar.
Otro mito que debe aclararse es que el IoT no se refiere sólo a dispositivos inalámbricos, pues habrá millones de conexiones que serán soportadas por fibra óptica u otras tecnologías alámbricas.
Si el político de turno se refiere a IoT como una tecnología en lugar de un concepto, lo equipara a algo novedoso que no se ha visto en el mercado y luego promete rápido crecimiento económico por su explotación, tengan cuidado. Lo más seguro que no sepa de qué está hablando y equipare algunas de las implementaciones donde equipos conectados a la red dorsal de telecomunicaciones de un país, efectúan labores especificas dentro de un segmento vertical de la economía sin la intervención de un ser humano.
Recuerden que IoT es el nombre de moda que en el pasado se ha dado a un concepto que dependiendo la década o el año fue denominado como edificio inteligente, ciudad inteligente, ciudad digital o hasta ciudad 2,0 por los expertos. En la era de la publicidad, un cambio de nombre puede hacer ver más atractivo al mismo concepto.
Enfocando la atención al mundo inalámbrico, el IoT implicará un crecimiento exponencial de las líneas móviles como consecuencia de la digitalización de la economía y la búsqueda de los gobiernos a mejorar las eficiencias en sus servicios. Según la consultora Frost & Sullivan para 2025 por cada línea celular a un ser humano, deberían haber 3,5 dispositivos conectados que caerían bajo el paraguas de la definición de IoT por lo que podríamos decir que habría cerca de 720 millones de líneas móviles a individuos y 2520 de IoT para un gran total de 3240 conexiones. Casi el 50% de todas las líneas que existen en el mundo en estos momentos.
Es por esta razón que la tecnología que se llame 5G será necesaria, al ser más robusta podrá soportar mayores cantidades de tráfico. Aunque el famoso 5G será realmente un ecosistema con tecnologías apoyando en la descarga de tráfico, mientras otras colaborarán en el uso eficiente de espectro radioeléctrico, no será hasta el 2020 que contaremos con los parámetros que definirán a las nuevas tecnologías pues es en este año que se definirá el IMT-2020.
Una particularidad que resalté durante mi presentación es la similitud de aplicaciones que son habilitadas por 5G con aquellas que son identificadas como resultado del uso del IoT. Por ejemplo, se mencionan esfuerzos de tele-salud o tele-trabajo, como también las oportunidades que presenta una red eléctrica inteligente o el transporte público inteligente. Tanta sabiduría es impresionante. ¿Pero por qué todo es inteligente?
La respuesta la da la Unión Internacional de Telecomunicaciones que en su Recomendación UIT-T Y.2060 menciona sobre el IoT:
Desde la perspectiva de la normalización técnica, el IoT puede considerarse una infraestructura global para la sociedad de la información, permitiendo servicios avanzados interconectando cosas (físicas y virtuales) basadas en tecnologías de información y comunicación interoperables existentes y en evolución. A través de la explotación de las capacidades de identificación, captura de datos, procesamiento y comunicación, el IoT hace pleno uso de las cosas para ofrecer servicios a todo tipo de aplicaciones, asegurando al mismo tiempo que se cumplan los requisitos de seguridad y privacidad.
En otras palabras, el IoT permitirá que cada uno de los dispositivos que estén conectados recoja información para luego ser procesada y de esta forma obtener datos que permitan hacer decisiones informadas para mejorar eficiencias e incrementar productividad. Acciones que a las que usualmente se denominan en el mundo de las tecnologías de información y comunicaciones (TIC) como Big Data y analítica.
Sí, nos encontramos enfrentando un cambio de paradigma donde el contenido que se obtiene es más importante que el mensaje que se transmite. Es un mundo nuevo en donde el humano es un componente cada vez menos importantes de las redes de telecomunicaciones y el negocio pasa a ser aquel que habiliten los contenidos.
Es de esperar, como siempre pasa en los grandes cambios, que muchos actores importantes se queden en el camino y otros surjan a conquistar un mercado que en estos momentos les es ajeno.
Mientras eso sucede, la infraestructura actual de telecomunicaciones tiene que ir adecuándose a las demandas de un futuro demasiado cercano. La fibra óptica volverá a esos papeles protagónicos de los que se veía desplazada y el espectro radioeléctrico, ese insumo esencial de cada transmisión sin cables, tendrá que ser identificado, limpiado y entregado a los operadores cada vez en intervalos más cortos.
El Internet de las Cosas puede ser muchas cosas para mucha gente. Lo que es cierto es que para que las bondades del IoT se materialicen los insumos que lo potencian deben estar presentes en el mercado. Asimismo, su implementación por parte de autoridades de gobierno debería ser con un plan de desarrollo a largo plazo. Si la implementación se hace para la foto, es muy poco lo que pueda lograrse.
Concluí mi intervención, ya con el micrófono apagado, charlando un rato con Rafael. Ambos coincidimos que el IoT llegará principalmente por la innovación de todas las maquinas que utilizamos en nuestro diario vivir. Desde automóviles y televisores a sistemas de electricidad o de calefacción el Internet de las Cosas ya nos rodea y no nos hemos dado cuenta.
Referencias
Fotos: Rafael Junquera es de TeleSemana.com el resto de Pixabay.