Usualmente las páginas del periódico enmarcan todo lo relacionado a la tecnología en secciones específicas para ello que varían en título según el medio y el público al que se desea llegar. Es un mundo donde las mismas palabras se someten al rigor de ser indefinidos al brindarles distintos nombres a las mismas palabras. Es un juego donde una cita logra encuadrarse en el mundo de la innovación en una ciudad mientras que en otra apenas es una noticia más de la sección de negocios.
Una de las consecuencias de la heterogeneidad de los medios es la promiscuidad del conocimiento de los expertos, mientras en un lado se presentan como conocedores del mundo de las telecomunicaciones en otros son conocidos por ser grandes expertos del mundo de los negocios, sin nombrar los que merecen distinción especial por su visión evangelizadora en todo lo relacionado con promover la adopción de nuevas tecnologías.
Todo como una gran anti-novela contemporánea donde en lugar de buscar a la Maga dando saltos a la linealidad, el esfuerzo se centre en interpretar el mismo acto según la conveniencia del lector. Alimentando su conocimiento con definiciones predeterminadas que erijan una realidad deseada, como diría Cortazar, por las famas.
Precisamente es en este largo camino que cruza el surrealismo con lo fantástico que la voz de los cronopios se hace más fuerte, pero más peligrosa. El mundo parece ser de las famas, aunque el discurso de estas este inundado de vacío. Ante esta situación es preferible conversar con uno de esos protagonistas que se piensa cronopio poco sorprendido por “el nivel de ficción que se llega a escribir en este sector” de las telecomunicaciones latinoamericanas.
Con cerca de cinco años monitoreando el mercado latinoamericano de telecomunicaciones, el regiomontano Jesus Romo de la Cruz , se ha ido abriendo un nicho dentro de la comunidad latinoamericana de expertos de telecomunicaciones en la región. Su consultora, Telconomia, es frecuentemente citada por prensa mexicana e internacional que desea escuchar una visión que se aleja de las reiteradas sentencias de los actores tradicionales. Trabajo no sencillo en un mundo donde gran “cantidad de prejuicios se disfrazan como opinión de experto”.
Cuando llamo a Jesús responde cordial como siempre, apesadumbrado por los resultados de sus rayados del alma y listo para hablar de telecomunicaciones. Aprovecho para preguntar de forma inmediata, qué tema le llama la atención de forma inmediata cuando escucha las palabras telecomunicaciones en México.
“Espectro radioeléctrico” responde sin titubear. El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) debe, en primer lugar, “mantener el ritmo de planeación de espectro” tarea que no se prevé sencilla en los próximos años debido a que se debe “conciliar el interés para frecuencias que van de 3 GHz a 4 GHz con el de bandas milimétricas (frecuencias de espectro entre 30 GHz y 300 GHz, nota de José F. Otero) con los intereses de otros concesionarios” y actores. Por ejemplo, “los intereses de los operadores satelitales” en una muda batalla por espectro radioeléctrico que desde hace meses se viene orquestando en México.
Al preguntarle sobre el nuevo sexenio presidencial y los cambios que podrían darse en el mercado en los próximos años, se mostró relajado al insistir que muchos de los dilemas existentes en otras administraciones previas continuarían dando titulares a la prensa. Los conflictos existentes en la normativa, dependiendo de la interpretación, enfrentan “los objetivos recaudatorios” con el “Internet como derecho humano” al momento de establecer la política pública del sector de telecomunicaciones. Siempre recordando que “el IFT no legisla y tienen que convencer al congreso de la necesidad de promover desarrollo,” aunque como buen cronopio no espera “mucho cambio en el nuevo sexenio presidencial”.
Lo anterior no quita a que considere la futura asignación de la banda de 600 MHz será “más competida y polémica” pues las “broncas ahora saldrán por el desarrollo de 5G,” tecnología que según mi punto de vista está siendo sobre vendida hasta el punto que ya resucita muertos, cura el cáncer y nos permite viajar al pasado para observar la formación de la primera mitocondria.
Un tema que no podía dejar pasar es la red mayorista, ese proyecto que tanta curiosidad continúa causando fuera de México y que fue tan odiado por algunos actores del mercado local. A veces da la impresión de que cada día que pasa de existencia de la red mayorista es un agravio al honor de algunas entidades o individuos. Olvidar la historia no siempre se limita a la política del país.
De todas formas, la sentencia de Jesús fue bastante medida, “la red mayorista apenas se encuentra despegando, provee en la actualidad una muestra muy chica para ser evaluada,” lo interesante sería ver “qué otros servicios sobre conectividad podrían ofrecer [legalmente], por ejemplo el desarrollo de plataformas de software como servicio (SaaS), infraestructura como servicio (IaaS) y/o plataforma como servicio (PaaS)”.
Otro tema candente que fue despachado con muchísima lógica se refiere al mundo de los llamados OTT, simplemente porque en estos momentos no existe “como clasificar a los OTT” en el mercado. Simplemente, “no hay mucho rigor en el momento de analizar a los OTT, no hay investigación suficiente, solo [hay] acotaciones muy precavidas acerca de su rol en el mercado” y a los “operadores [de telecomunicaciones] impulsando regulación sobre OTT”.
La calma del experto regiomontano no se alteró en ningún momento de esta reflexión y mucho menos al articular una pregunta tan importante como necesaria: “¿Qué va a pasar cuando uno de los preponderantes quiera utilizar un OTT para complementar su oferta?”
Para concluir pregunté sobre un tema que últimamente está en boca de todos: la transformación digital. En lugar de respuestas encontré interrogantes adicionales que apuntaban a definir “cuáles son las herramientas que llegan con cada tecnología” o “dónde está la gestión” de esta llamada transformación. “Estar conectados no es lo mismo a estar utilizando nuevas tecnologías para ser más productivos” fue el comentario que precedió a una sentencia no tan sorpresiva “la esfera del consultor ha fallado” ahora tenemos la “esfera del opiniologo”.
Es imperativo “no dogmatizar ningún acercamiento a la economía digital o la economía tradicional, separar al marketinero que promete demasiado”. En lo relacionado a transformación digital, el “regulador debe seguir con un acercamiento precavido” y ver “cómo se mueven los AWS, Facebook, entre otros,” antes de emitir cualquier decisión.
Luego de esta charla me quedó claro que lo importante es el sano desarrollo y crecimiento del sector de las tecnologías de información y comunicaciones (TIC) pues sus externalidades positivas beneficiarían a todos los actores del mercado. Hay que analizar con datos concretos, no con hipérboles floreadas o miedos irracionales protagonizados por las famas.
Referencias
La foto de portada es de Pixabay, la de Jesus Romo es de su propiedad.