Nuevamente los ojos del mundo se enfocarán en Barcelona durante la semana más esperada por los que trabajan en el mundo del transporte binario. El motivo dista mucho de la magia futbolística en los pies de varios de los mejores jugadores de fútbol de la historia, la incompetencia de entrenadores azulgranas que parecen tener como objetivo la autodestrucción o de ese grito no tan mudo de quienes buscan un futuro alterno a España para Catalunya.
En esta ocasión será la más importante feria de telecomunicaciones del mundo, evento que reúne a numerosos funcionarios de gobierno, vendedores de sueños y especialistas interesados en conocer cuáles son las nuevas maravillas tecnológicas que, con un poco de suerte, comenzaremos a ver desplegadas en muy pocos años en un grupo selecto de países. Luego de esta adopción temprana, quizás las nuevas tecnologías se inspiren a ser parte de un efecto dominó. De ser así, contemplaríamos su despliegue, crecimiento y adopción a la distancia de una década en esos parajes no tan templados del mundo.
Todo este tiempo sería infinitamente necesario para, en un primer lugar, ver como se define la batalla entre tecnologías competidoras. La victoriosa – no siempre la mejor- tendrá el honor y fortuna de clamar por esas economías de escala que la harán viables en países en desarrollo con un bajo poder adquisitivo. Economías de escala que en ocasiones pierden totalmente su sentido con tarifas impositivas miopes que priorizan la financiación a corto plazo de elementos no relacionados al desarrollo tecnológico. Pensar en el futuro no siempre da votos, ni lealtad política.
Desde hace unos años, la reunión de las tecnologías móviles de Barcelona ha comenzado a recibir operadores no tradicionales. Los proveedores de servicio de acceso lentamente han ido perdiendo territorio ante el imponente avance de las redes sociales y todo tipo de desarrollador de contenidos. Los intangibles están haciendo sentir su peso por medio de la fascinación que sus creaciones pueden llegar a causar. Y los antiguos generales de lo tangibles comienzan a emular los deseos de un perdido gobernador de Puerto Rico, al intentar encontrar la juventud emulando contenidos, a veces sin destreza y otras engullendo lo moderno sin prestar atención a diferencias de administración. Juan Ponce de León murió en su intento de una flecha envenenada, ¿sufrirán muchos el mismo destino en su búsqueda de una fuente de juventud digital?
En el foro se puede apreciar otro ambiente, algo completamente distinto al carnaval de innovación que impera en los grandes salones de la feria. A ese gran Rey Momo digital se le presenta como contraparte una infinidad de discursos por parte de representantes de gobiernos y altos ejecutivos de todos los rincones del planeta. Escucharemos problemas reales, logros verdaderos y si tenemos suerte algún que otro maquillaje a prueba de agua, de esos que siempre surgen en las festividades.
La idea es el dialogo, como traducir en realidad las promesas y hacer que la adopción temprana de diversas soluciones si implique un mayor crecimiento económico de su economía. Vemos a los hermanos ricos mostrar resultados y a algunos hermanos pobres sentirse incomprendidos por la gran diversidad en capilaridad de redes, tamaño o topografía que hacen casi imposible la replicar exitosamente lo que tanto beneficio ha dado a otras regiones. O ver como algunos hermanos pobres han logrado exitosamente implementar servicios que le son inalcanzables a sus primos ricos – ¡toda una blasfemia!
Es un ambiente donde usualmente impera el deseo de colaborar, intercambiar experiencias y educar sobre la importancia de la tecnología en todas las facetas de nuestra vida. Esto no significa que ocasionalmente no se escuchen reclamos de diversas partes, algunos livianos, otros bordeando lo colérico. Hay de todo en la villa del señor.
La más importante feria tecnológica del mundo por su magnitud ofrecerá a la gran mayoría de sus participantes una visión inigualable la realidad de las tecnologías de información y comunicaciones (TIC) que será creada por la misma necesidad y exploración de quien camine por sus pasillos.
Unos la verán como confirmación de su visión del mercado, otros como el aviso sobre el lobo que nunca llega y los más afortunados podrán reconocer el beneficio que se podría obtener con la implementación apropiada de muchas soluciones pensadas para un fin, pero que podrían ajustarse para eliminar un gran problema.
En otras palabras, es un mundo donde la creatividad se hace presente en tangibles, intangibles y deseos de cooperación. También es un mundo de negocios donde la competencia es feroz y poseer una ventaja tecnológica puede ser la diferencia entre triunfar o sucumbir en el mercado. Como las calles de Barranquilla, Roma o Rio de Janeiro durante Carnaval, las calles de Barcelona estarán preñadas de un inconfundible entusiasmo donde todo puede ser posible.
La ventaja es que, gracias a la presencia de los desarrolladores de contenido, siempre podemos ver una película que nos convenza de lo contrario. Esto último sólo si se llegase a pensar que el entusiasmo pudiese estar mal fundando.
Referencia
La imagen es de Pixabay.