Cuando niño siempre me llamó la atención leer sobre tierras lejanas. Transportarme a través del papel a vidas fantásticas y revivir con tristeza u horror algunas de las más grandes injusticias de la humanidad. Para mí, en ese entonces, era la única forma de viajar y maravillarme de las grandes diferencias que nos unen más que nos separan. Era sonreír al toparme en una novela extranjera con la misma jerga con la que había crecido en mi infancia, pero también eran tiempos de hacer mapas mentales de las grandes metrópolis que algún día visitaría.
Así, intercalando dibujos, fotos y palabras, había logrado formular un mapa mental de Nueva York, Londres, Paris y Buenos Aires. También imaginé la musicalidad de Cartagena o la sensualidad de La Habana. Junto a mi padre hacia largas travesías a bibliotecas para leer en enciclopedias los orígenes de tantas batallas. Luego pasaba largas horas escuchándolo narrar un pasado propio que nunca veré reflejado en los libros de historia. Lo importante para él era que yo pudiese conocer, aunque sea en un rejunte de letras, la mayor cantidad de realidades posibles pues era la riqueza que nunca nadie me podría arrebatar.
Los años han pasado y ya solo me quedan los recuerdos de esas charlas, de esos viajes. Inesperadamente la vida me regaló el privilegio de caminar las calles de tantas ciudades que de niño imaginé tan distintas. Pero su bondad no culminó allí, en algunos rincones de esta América Latina tan añorada como distinta he tenido la fortuna de hablar con individuos que sobresalen del resto por su conocimiento e influencia. Sí, antes mi única comunicación con el conocimiento era a través de la obra mientras que en el presente es por medio de una charla con los autores.
Así, en la Ciudad de la Furia, he podido reunir de forma frecuente a algunas de las mentes más importantes y conocedoras de las tecnologías de información y comunicaciones de la Argentina. Muchos de ellos profesores que entrenan a las nuevas generaciones en temas que van desde la ingeniería y las industrias culturales hasta el internet de las cosas y la importancia de la transformación digital de los medios. Personas que aunque no siempre estén de acuerdo – circunstancia imposible en la especie humana – comparten el amor por un país al que desean ver progresar.
Como toda reunión de personas de tanta trayectoria, la 8va edición como muchas de las anteriores tuvo rostros nuevos y ausencias dolorosas. Lo importante es que la discusión que se ha ido formando eventualmente nos lleve a la preparación de una serie de recomendaciones (o tal vez aspiraciones) que de manera positiva puedan plantearse a las autoridades locales. Tanta calidad humana no puede pasar desapercibida, sería un fútil desperdicio.
Como era de esperar uno de los temas más candentes de la discusión, es también aquel que no debiera dejar dormir a más de un servidor público: la utilización de las TIC en la educación. Como hacer entender que la digitalización de la enseñanza no se limita a regalar dispositivos para la foto del funcionario de turno. Tampoco se limita a llevar Internet a las escuelas sino como crear un plan a largo plazo donde la conectividad y los dispositivos sean simples componentes de una estrategia nacional que aspire a igualar las condiciones en todos los centros de educación. No puede ser posible que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires las velocidades superen ampliamente a las que se pueden acceder en las escuelas de las provincias del interior. El objetivo es mejorar la educación no incrementar las ya existentes brechas digitales.
La pregunta vociferada por más de uno durante esta fase de la discusión no se centró en logística o entrenamiento a los docentes sino algo más concreto, ¿cuál es el rol de ARSAT en cualquier estrategia nacional de digitalización escolar? También hubo mención a que las TIC en la educación tienen que romper con lo mediático y también buscar cómo mejorar el acceso al conocimiento de personas de todas las edades, desde adultos que busquen entrenamiento en carreras cortas hasta ancianos que vean por medio de cursos la oportunidad de comenzar nuevas tareas laborales que los haga sentir productivos. Hay que pensar más allá de la foto con el niño sonriendo con un Tablet.
Un tema muy álgido donde múltiples opiniones se enfrentaron fue el marco institucional del sector de las telecomunicaciones. Donde hubo armonía es en efectivamente resaltar que prima lo político sobre lo económico o técnico y que los constantes cambios estructurales o de personal no brindan una señal de calma al mercado. La industria precisa de estabilidad para poder proceder sin temar a que haya cambios unilaterales al marco legal existente que ponga en riesgo sus planes de crecimiento e inversión. La enfermedad fue identificada, el debate continuará sobre cuál sería el remedio más apropiado.
El mismo trato acusó a las reformas pendientes de servicios audiovisuales por satélite, pero estas con el aliciente negativo de muchas veces escuchar interlocutores poco preparados o completamente desinformados sobre el tema. El mundo ha evolucionado, las TIC en 2018 son muy distintas a las del año 2000. La demanda de servicios por parte de los usuarios también han cambiado durante las pasadas dos décadas. Más allá de irresponsable, es peligroso debatir en el 2018 utilizando argumentos caducados a finales del siglo pasado. Así como el miedo no inspira políticas acertadas, el híper-optimismo tampoco en ambos caso la sobre regulación llega a ser peligrosa, no es sólo la falta extrema de regulación la que causa daño por medio del libertinaje.
Me sentí agradecido cuando más una persona me preguntó sobre como la situación de recuperación de Puerto Rico luego del paso de los huracanes Irma y María. Imagino que a todos les pasará lo mismo pero describir un evento que a nivel personal causa tanto dolor no es sencillo. Me limité a dar cifras oficiales de lo ocurrido, estas hablaron por si solas de una situación donde el uso correcto de las TIC podrían haber evitado alguna que otra desgracia. Lo rescatable de toda la situación es que se debe aprender de los errores para prevenirlos en el futuro.
Dos temas que generaron mucho interés en todos los presentes se refieren a dos mundos distintos pero inseparables: tuberías y contenidos. En la parte de los contenidos, aún se sentía la reciente resaca de la imposición de cuotas de contenido local a Netflix en la Unión Europea. Si un productor de televisión puede en 24 horas asignar un porcentaje exacto de su programación a cumplir con reglas de contenido local, ¿cómo lo puede hacer una librería de contenidos con cientos de miles de horas de grabación?
El acercamiento debe amoldarse a la nueva realidad, sobre todo si en este nuevo mundo la cantidad producida localmente es ínfima, como es el caso en muchos países de menor tamaño en América Latina. Las reglas, por más nobles que sean las intenciones, tienen que amoldarse a la realidad para no causar lo que los economistas denominarían como externalidades negativas.
Finalmente, el tema que reúne a todos los anteriores fue el futuro cercano de 5G. Desde velocidades reales hasta los modelos de negocio que estaría impulsando esta tecnología. Muchas de las interrogantes se centraron en los modelos de negocios que serían posibilitados por esta nueva tecnología, ¿qué nueva aplicación puede acceder un usuario con una conexión de 1 Gbps que en estos momentos no pueda conectarse a la misma con 50 Mbps?
Estos planteamientos, junto a las referencias al Internet de las Cosas, llevaron a más de uno a recalcar que al menos inicialmente sería el sector empresarial el que estaría beneficiándose de la llegada de 5G a corto plazo. El mercado masivo tendría en la utilización de esta tecnología en un esquema de servicio inalámbrico de banda ancha fijo una oportunidad de mejorar la oferta de conexión a alta velocidad a Internet en zonas rurales y suburbanas.
La despedida fue breve pero siempre mirando a planear una nueva reunión para pensar el presente e imaginar el futuro de una Argentina fantástica que tanto nos ha dado con Mafalda, Borges y Pizarnik.
Los expertos que atendieron el “8v Foro de Pensadores de la Argentina TIC” en orden alfabético por apellido:
- Leandro Agión, Global Data
- Henoch Aguiar, ARSAT
- Hector Alcar, FUNDTIC
- Diego Anesini, IDC
- Martín Becerra, Universidad Nacional de Quilmes – Conicet
- Enrique Carrier, Carrier & Asociados
- Anabel Cisneros, Telecom Consulting
- Jose Crettaz, ConverCom
- Juan Basilio Gnius, Telracom
- Lucas Jolias, Prince Consulting
- Carolina Limbatto, Cullen International
- Tina Lu, Counterpoint Research
- Ignacio Perrone, Frost & Sullivan
- Edmundo Poggio, Consultor Independiente
- Alejandro Prince, Prince Consulting
- Marina Rosso Siverino, Titicom
- Luis Valle, Consultor Internacional en TV Digital y Telecomunicacione
Puede visitar los temas discutidos en las pasadas reuniones de Pensadores de la Argentina TIC en los siguientes enlaces:
- El resumen del 1er Foro de Pensadores de la Argentina TIC fue publicado el 8 de julio de 2015.
- El resumen del 2do Foro de Pensadores de la Argentina TIC fue publicado el 13 de abril de 2016.
- El resumen del 3er Foro de Pensadores de la Argentina TIC fue publicado el 18 de julio de 2016.
- El resumen del 4to Foro de Pensadores de la Argentina TIC fue publicado el 16 de diciembre de 2016.
- El resumen del 5to Foro de Pensadores de la Argentina TIC fue publicado el 10 de abril de 2017.
- El resumen del 6to Foro de Pensadores de la Argentina TIC fue publicado el 26 de octubre de 2017.
- El resumen del 7mo Foro de Pensadores de la Argentina TIC fue publicado el 11 de mayo de 2018.
Referencias
Todas las imágenes son de FreeJPG.